martes, 23 de noviembre de 2010

Retos para un desarrollo humano integral

La encíclica "Caritas in Veritate" de Benedicto XVI, publicada hace poco más un año, plantea retos de gran alcance, que exigen reflexión y una paulatina implementación. Veinte profesores universitarios de Cataluña, entre ellos cinco profesores del IESE...

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lunes, 22 de noviembre de 2010

PRESENTACION EN LA UNIVERSIDAD ABAD OLIBA CEU

La presentación correrá a cargo del rector de la UAO, Dr. Carlos Pérez del Valle y del director del INCAS, Sr.Josep Miró i Ardèvol. También participarán e intervendrán el Dr. Domènec Melé, representante del nuevo sello editorial ITER y dos de los autores del texto, la profesora de la UAO, Dra. Carmen Cortés y el vicerrector de postgrados, calidad e investigación de la UAO, Dr. Enrique Martínez.

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viernes, 19 de noviembre de 2010

OTRO DESARROLLO

Josep Mª Castellá18/11/2010
El año pasado Benedicto XVI publicó la tercera encíclica de su pontificado, Caritas in veritate (2009), la primera de carácter social. El Papa se dirigía a un mundo afligido por la crisis económica, social y moral que padecemos y proclamaba que "la caridad en la verdad es la ....

lunes, 15 de noviembre de 2010

UNIVRSITATIES DESTACA EL LIBRO

La prestigiosa web Universitaties, destaca en primera página la aparición de el libo El Desarrollo Humano Integral
Nuria Chinchilla "profesora del Departamento de Organizaciones y directora del Centro Internacional sobre el Trabajo y la Familia del IESE" publico en su blog un articulo muy interesante de este libro.
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viernes, 12 de noviembre de 2010

Sumario de la Obra

I.  Claves antropológicas y éticas deL desarrollo humano integral
1. El desarrollo humano integral: una visión de conjunto
DOMÈNEC MELÉ, IESE - Universidad de Navarra
La encíclica Caritas in veritate en su comienzo afirma que “la caridad en la verdad es la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad”. Después añade que el “auténtico desarrollo” debe ser “integral”. Este capítulo presenta una visión de conjunto
de la encíclica, profundizando en este texto introductorio y en el concepto de “desarrollo humano integral”. Con el objetivo de alcanzar una mejor comprensión y una correcta interpretación, se analizan diversos pasajes de la propia encíclica y otros textos de la doctrina social de la Iglesia. Se contrasta las enseñanzas de la encíclica apuntando otras visiones relevantes en el contexto actual. Se concluye presentando varias proposiciones fundamentales sobre el desarrollo humano integral a la luz de la encíclica estudiada.
2.  “Amor en la verdad”, principio clave de la doctrina social de la Iglesia
JOAN COSTA, Facultad de Teología de Cataluña
El artículo muestra que la doctrina social de la Iglesia se fundamenta en la recta comprensión del ser humano, siendo la caridad sustentada por la verdad la guía maestra del obrar en el entramado social. Sólo en la verdad resplandece la caridad y puede ser vivida auténticamente. Sintetiza, a continuación, la antropología teológica entorno a cuatro conceptos mutuamente implicados: libertad, verdad, amor y vocación. La libertad se sustenta en la verdad y tiene como fin el amor. De la comprensión del ser humano fruto de un amor originario y cuya realización se alcanza en el don de sí, el amor deviene un don y una tarea, una vocación.  
Señala, a la vez, la novedad y la continuidad en la doctrinal social de la Iglesia. Centra el debate actual sobre los temas sociales en la cuestión antropológica y, especialmente, en la comprensión de la dignidad humana, cuya verdad es la de ser amado y la de amar. La encíclica insiste en la necesidad de incorporar una nueva racionalidad a las lógicas económica y política, y ésta es la lógica del don, de la gratuidad, de la comunión, como elementos también constitutivos de la vida económica y política. Sin la recuperación de la verdad amorosa sobre el hombre, cualquier sistema económico y político está abocado a nuevas crisis.
Tras recordar los principios tradicionales de la doctrina social, el capítulo pone de relieve su vinculación con la caridad, siendo éstos concreciones normativas de la caridad en la verdad.
3.  La vocación de la persona al desarrollo humano integral
ENRIQUE MARTÍNEZ, Universidad Abat Oliba - CEU
Caritas in veritate pretende dar respuesta a los interrogantes sobre el auténtico desarrollo humano de nuestros días a la luz del amor de Dios que es su fundamento. Este amor original y gratuito de Dios revela al hombre el significado más profundo de su existencia: su dignidad personal, su profunda unidad y su vocación a la felicidad por el desarrollo de todas las potencialidades de su naturaleza. Ahí radica el significado del desarrollo humano integral.
Este desarrollo debe integrar las dimensiones corpórea y racional del hombre, poniendo aquélla al servicio del crecimiento de lo específicamente humano, que es la vida según la razón. Ésta se caracteriza, en primer lugar, por el conocimiento de la verdad, que ordena la vida del hombre y guía su auténtico desarrollo, capacitándolo para el diálogo interpersonal y para el amor; sin la verdad el hombre se abandona a la deriva del sentimentalismo, el subjetivismo, el cientificismo o la ideología tecnocrática. La otra dimensión de la vida según la razón es el amor, que debe entenderse en su doble vertiente, la del amor ascendente o posesivo, y la del amor descendente u oblativo: el hombre parte de su indigencia y debe por ello saber recibir, para luego poder dar desde la plenitud alcanzada. Por eso el desarrollo del hombre por el amor debe acabar respondiendo al amor primero, al amor creador y gratuito de Dios.
Para este desarrollo humano integral en cualquiera de sus dimensiones el hombre no se basta a sí mismo, sino que requiere de la educación, de la ayuda de quienes puedan guiarle en su crecimiento: los padres, los maestros, los gobernantes, la Iglesia. Pero el maestro por excelencia es Jesucristo, quien enseña con su propia vida que el amor de su Corazón es el constitutivo del auténtico desarrollo humano.
4.  Hacia una recuperación de la ley moral natural como ética común
MARGARITA MAURI, Universidad de Barcelona
El dominio de la naturaleza y las relaciones interculturales caracterizan hoy la relación del hombre con su entorno natural y social. Mientras la influencia ejercida sobre la naturaleza puede conducir a la destrucción del medio natural, la interacción entre culturas pide un diálogo que permita el buen entendimiento y la solución de los problemas que amenazan la buena y pacífica convivencia entre los hombres. La encíclica Caritas in veritate señala que el punto de partida del diálogo intercultural ha de ser la toma de conciencia de la identidad específica de los participantes en el diálogo, y que la ley moral universal es el único fundamento sólido de todo diálogo cultural, religioso y político. La afirmación de que existe una naturaleza humana constitutiva e igual para todos los seres humanos es el primer paso para trabar un diálogo intercultural fructífero. El hombre no puede prescindir de su naturaleza. Cuando la perspectiva desde la que se ve al ser humano es la natural, lo común, puede iniciarse un diálogo que prescindirá de lo diferente para centrarse en lo radical. Hablar de naturaleza humana es hacerlo de la ley natural cuyo cumplimiento conduce al ser humano a la excelencia o virtud.
La afirmación de la existencia de la ley natural permite el desarrollo de una ética común uno de cuyos rasgos esenciales es el de ser, en palabras del Papa, “una ética amiga de la persona”.
5.  La técnica al servicio del desarrollo humano integral
FRANCESC TORRALBA, Universidad Ramon Llull
El objeto de este capítulo consiste en explorar la concepción de la técnica y del desarrollo humano integral que se desprende de la lectura de Caritas in veritate. Benedicto XVI concibe la técnica como una expresión de la creatividad del ser humano y muestra, igualmente, que el verdadero desarrollo humano no sólo exige el cultivo de la ciencia y la innovación tecnológica, sino el desarrollo de la consciencia ética y de la dimensión espiritual de la persona humana. A lo largo de la encíclica, muestra cómo la tecnología puede ser decisiva en construcción de la paz y en el alcance de una vida más humana para todos. Defiende que la tecnología y la ciencia tienen que estar al servicio de la dignidad inherente de todo ser humano.
6.  Humanismo cristiano para nuestra sociedad
CARMEN CORTÉS, Universidad Abad Oliba-CEU
La encíclica Caritas in veritate reitera lo que el Magisterio anterior venía enunciando: que la doctrina social de la Iglesia puede ser un punto de partida valioso para  promover un humanismo integral y solidario adecuado para nuestro tiempo. Dos son las notas principales que deben definir al humanismo para que sea verdadero y plenamente cristiano: la apertura a la trascendencia y la caridad como motor y como fin en la vida del hombre. Otras propuestas humanistas contemporáneas, al negar frontalmente estas dos exigencias, no pueden dejar de expresarse como un pensamiento cerrado y empobrecedor; centrando su interés en la negación de Dios como premisa imprescindible para una “verdadera” afirmación del hombre como tal, lo hace a costa del hombre mismo. Benedicto XVI nos urge a recuperar un humanismo abierto al Absoluto para afrontar la verdadera promoción y el desarrollo de los hombres y las sociedades de nuestro tiempo: un humanismo que  “vivifique la caridad y que se deje guiar por la verdad, acogiendo una y otra como un don permanente de Dios”.

II. Entorno social, político y jurídico para el desarrollo humano integral
7.  La consolidación del Estado de Derecho y la democracia
JOSEP M.ª CASTELLÀ, Universidad de Barcelona
Benedicto XVI se plantea la necesidad, que no suficiencia, de la política y el Estado, también ante la crisis. La subsidiariedad sirve como guía para la organización y actuación de los poderes públicos en el campo de la economía, y la solidaridad pone el foco de atención en la responsabilidad de todos, no sólo de los poderes públicos, en la lucha contra el subdesarrollo. El Estado de Derecho y la democracia se ofrecen como requisitos imprescindibles para alcanzar un verdadero desarrollo humano integral. Por eso la ayuda a los países en vías de desarrollo no se reduce a la contribución económica sino que debe abarcar también la consolidación de instituciones de gobierno que atiendan a los postulados del Estado de Derecho y la democracia y sean respetuosas con los derechos humanos.
8.  Autoridad política estatal y autoridad mundial
JOSEP BAQUÉS, Universidad de Barcelona
La cuestión del papel del Estado y, en su caso, de otras instituciones públicas, suele estar sujeta a controversia. No en vano, sus posibles intervenciones están llamadas a operar sobre otros actores que operan en el ámbito privado, incluyendo individuos, empresas y, en general, todo el entramado de la sociedad civil. Ahora bien, la Caritas in veritate entiende que lo último que se debería plantear es un “juego de suma cero” entre esas diferentes realidades. Por el contrario, entrando de lleno en este debate de tanta relevancia teórica y práctica, y abordándolo desde la dimensión ética propia del cristianismo, Benedicto XVI plantea la necesidad de armonizar esas diferentes instancias en aras de resolver los retos de la era de la globalización.
En particular, el Estado debe asumir su función de preservar el bien común, sin por ello ahogar el dinamismo propio de la sociedad civil. Pero en nuestros días este reto se traslada también a otras instancias de poder político que operan en el escenario internacional. De modo muy particular, a la ONU. A lo largo de los diferentes puntos de la encíclica que afrontan este tema, se nos muestran tanto el diagnóstico de la actual coyuntura como un elenco de principios a tener en consideración para mejorar la
situación existente y para avanzar hacia una convivencia bien fundamentada desde el punto de vista moral.
9.  Derechos y deberes humanos y orden internacional
HELENA TORROJA, Universidad de Barcelona
Una lectura detenida de la Caritas in veritate pone de manifiesto la profundidad del enfoque que Benedicto XVI ha dado a la función de los derechos humanos en el desarrollo integral del hombre y de los pueblos para el siglo xxi. En el capítulo 1 se destacan las aportaciones principales tras delimitar el fundamento de los derechos humanos según la doctrina social de la Iglesia. Como se mostrará, lejos de un enfrentamiento entre el orden moral propuesto por la doctrina social y el orden jurídico contemporáneo, existe una unicidad entre ambos, en especial con respecto a la función esencial que cumplen los derechos humanos y a la relevancia que se da a su reconocimiento y respeto. Sin embargo, respecto a la delimitación del contenido de los derechos, surgen las discrepancias entre el orden moral propuesto por la doctrina social y el orden social y jurídico actual marcado por cierta politización y banalización de los derechos humanos.
10.  La libertad religiosa, una necesidad para el desarrollo 
FRANCISCA PÉREZ-MADRID, Universidad de Barcelona
La encíclica destaca la libertad religiosa como un elemento indispensable para el auténtico desarrollo. Desde el punto de vista de la caridad, la libertad religiosa ayuda al desarrollo moral y económico, promueve la paz social, y facilita el diálogo entre las culturas. La caridad en la verdad exige un adecuado discernimiento al hablar de las religiones. Benedicto XVI recuerda la necesidad de respetar un lugar para la religión en la vida pública y subraya de forma específica la dimensión relacional de la libertad religiosa.
11.  La apertura a la vida en el centro de un verdadero desarrollo
MARÍA VICTORIA ROQUÉ, Universidad Internacional de Cataluña
En un mundo global caracterizado por los avances biotecnológicos en el conocimiento de los mecanismos de la vida y la posibilidad de manipularla y transformarla caprichosamente (CV, 75), fácilmente se cae en la lógica del poder, en manos de intereses económicos y políticos que atentan a la dignidad de la persona. La caridad y la verdad son los elementos esenciales que configuran la estructura argumental de la defensa de la vida humana en la encíclica y la garantía para alcanzar un desarrollo integral de la humanidad. No hay verdadero progreso material si no existe crecimiento personal. A esta verdad, el Papa insta a colaborar respetuosamente y con actitud abierta a los distintos ámbitos del saber: biología, medicina, bioética, economía, derecho, filosofía, ética, teología. El desarrollo humano es imposible sin hombres rectos (CV, 71).
12.  Alianza entre el ser humano y el medio ambiente
SÍLVIA ALBAREDA, Universidad Internacional de Cataluña
Benedicto XVI presenta la crisis ecológica como una oportunidad para vivir de una manera diferente, potenciando el valor ético de la sostenibilidad, al tiempo que propone establecer una alianza con el medio ambiente. En este capítulo se exponen las diferentes visiones de la naturaleza existentes (como realidad sagrada, como producto del azar y como creación) observando que de cada una de ellas deriva una praxis ambiental diferente. Se analizan las propuestas de considerar la naturaleza como creación y como vocación, y el reto de establecer una alianza con el medio ambiente como sugiere la Caritas in veritate. Por último, se recogen algunas pautas para desarrollar una ética ambiental amiga de la persona, basadas en un desarrollo sostenible y solidario, en unos cambios en los estilos de vida, en la reducción de la huella ecológica y en aumentar la huella civilizadora.
13.  El desarrollo del emigrante
CARLOS SÁNCHEZ-RUNDE, IESE - Universidad de Navarra
Este trabajo destaca cómo la situación de los emigrantes puede decantarse alternativamente hacia procesos de deshumanización (cuando los emigrantes no encuentran procesos de acogida adecuados), o hacia mayores opciones de desarrollo humano (cuando sí se produce una correcta acogida e integración). Esto último es lo que se deduce a la luz de las enseñanzas de Caritas in veritate y de la DSI en materia de emigración
III.  Empresa y economía en el desarrollo humAno integral
14.  Don y gratuidad en la empresa
ANTONIO ARGANDOÑA, IESE - Universidad de Navarra
¿Tienen cabida la lógica del don y el principio de gratuidad en la actividad económica y, en concreto, en la empresa? La ciencia económica ha dado una respuesta parcialmente positiva a esta cuestión, pero insuficiente, en cuanto que parte de una concepción de la acción humana centrada principal, si no exclusivamente, en el interés personal. Cuando se amplía este punto de vista, se llega a una teoría de la acción que concede un lugar importante — y necesario— a la lógica del don.
15.  Iniciativa emprendedora y lógica del don
M.ª JULIA PRATS, IESE - Universidad de Navarra
La iniciativa emprendedora es un comportamiento desarrollable, y como reconoce la tradición de la Iglesia, es parte esencial de todo trabajo humano. Como tal, en la Caritas in veritate, Benedicto XVI invita a todos a ejercitarlo, y nos llama a contribuir con nuestra creatividad y trabajo esforzado a las soluciones de los problemas que la sociedad tiene planteados. Esto requiere proponerse objetivos magnánimos que incluyan la inquietud por servir a todos los agentes que intervienen en la vida económica y social, sin quedarse sólo en buenos deseos. Se sugiere responsabilizarse y desarrollar las competencias necesarias que permitan plantearse y realizar un trabajo bien hecho, incluyendo iniciativas que van más allá de uno mismo. Es también necesario diseñar entornos organizativos que permitan la experimentación, el aprendizaje. Esto choca frontalmente con culturas centradas exclusivamente en la eficacia y el cortoplacismo, y demanda entornos basados en la lógica del don. A través de ejemplos de empresas reales basadas en los principios delineados en el capítulo veremos que efectivamente sólo con la ambición por servir y habiendo desarrollado las capacidades requeridas para aspirar a la excelencia, la iniciativa emprendedora será el instrumento de promoción y desarrollo social que el mundo necesita.
16.  Justicia y gratuidad en la toma de decisiones
MIQUEL BASTONS, Universidad Internacional de Cataluña
Caritas in veritate trata sobre el desarrollo y sobre lo que queda fuera del desarrollo como consecuencia de un modo de actuar que excluye la consideración de los efectos secundarios de  la acción, de lo que les pasa a otros, de lo marginal. Tal exclusión es el efecto de la aplicación de una intencionalidad limitada, cuyo resultado es el incremento de efectos indirectos y la incapacidad para gestionarlos. Ni el mercado ni la apelación al Estado son soluciones adecuadas para el tratamiento de lo provocado indirectamente, de lo marginal. La auténtica solución está en la rectificación del modo de decidir que incorpore una valoración adecuada (justa) de los efectos indirectos de la acción. Ahora bien, su aplicación requiere el ejercicio inicial de la solidaridad, de una cierta gratuidad, que nos lleva a “interiorizar” al otro, a reconocer y sentir lo que se provoca también en los otros. No puede haber auténtico desarrollo sin justicia, pero no se puede actuar con justicia sin caridad; una caridad que se basa en la verdad, la verdad de lo que se hace realmente queriendo y lo que se provoca sin querer.
17.  La empresa ante la sostenibilidad y el bien común
JOSEP M. LOZANO, ESADE - Universidad Ramon Llull
El capítulo indaga sobre algunas de las aportaciones más sustantivas de la Caritas in veritate en relación con la empresa y su engarce en la sostenibilidad y el bien común. Se pone de relieve que la encíclica insiste en la necesidad de un nuevo modo de entender la empresa y que, en este sentido, exige una actitud de discernimiento para no poner todos los modelos de empresa al mismo nivel. Al contrario, en el contexto actual de interdependecia, la Caritas in veritate propone la necesidad de un discernimiento que permita establecer preferencias entre los distintos modelos de empresa posibles. El capítulo también apunta algunos de los retos que deben plantearse tanto la propia doctrina social de la Iglesia como su docencia si quieren tener en cuenta algunos de los planteamientos que subraya la encíclica.
18.  Empresa, confianza y mercado
JAUME PELLISÉ, Universidad de Barcelona
Ante la grave crisis ética con que se enfrenta hoy la economía de mercado, Benedicto XVI propone en Caritas in veritate reflexionar sobre algunos aspectos de la empresa y el mercado que están en la base de las últimas crisis, y que conviene cuidar si se quiere atajar verdaderamente sus causas. Benedicto XVI elogia las iniciativas existentes e invita a desarrollarlas y a generar otras que favorezcan la actuación responsable en el mercado; sin embargo, estos esfuerzos serán vanos si no se parte de la realidad del hombre y del entorno institucional en el que actúa. Este esfuerzo no debe perder de vista que la realidad económica no sólo tiene una dimensión técnica y material, sino también una dimensión ética o espiritual, sin cuyo cuidado se quiebra la confianza, el hombre se encierra en sí mismo, y no pueden establecerse relaciones verdaderas sobre las que edificar y desarrollar una economía próspera, estable y solidaria. Para que esta realidad esté sana y vigorosa es necesario que las personas, que operan en el mercado como consumidores, trabajadores y empresarios, puedan comprender y valorar plenamente el significado de sus actos, que deben poder asumir como propios. Y ello deben poder hacerlo sobre la base de valores comunes fundados en la verdad del hombre. Sólo entonces se podrán sentir plenamente responsables no sólo en el plano legal sino también en el moral, y se podrán sentir impelidos a obrar correctamente también en aquellos ámbitos de comportamiento a los que la norma legal no alcanza, y en los que hoy anidan conductas gravemente contrarias al bien común.
19.  Globalización, en una cultura de fraternidad
ALFREDO PASTOR, IESE - Universidad de Navarra
Esta nota pasa revista al concepto de globalización, y a los resultados principales del proceso de globalización. A continuación se analizan los fallos del proceso, debidos a la falsa concepción del interés individual  como objetivo supremo de la ordenación social, y, por consiguiente, del individuo como centro de la sociedad. Las críticas habituales a la globalización parten de la misma base falsa y están, por ello, desprovistas de fuerza. La Caritas in veritate hace frente a estas críticas y propone criterios éticos para orientar la globalización.
20.  Interdependencia planetaria: ensanchar la razón
JOSÉ A. GARCÍA-DURÁN, Universidad de Barcelona
La situación actual del mundo parece poder evolucionar hacia sociedades abiertas y fraternas, sociedades de liberalidad, o hacia sociedades bunkerizadas, controladoras, que no aceptan de buen grado la disminución de las distancias y de los costes de transporte. El punto 33 de Caritas in veritate plantea las exigencias para lograr el primer resultado: ensanchar la razón, levantar la cabeza del libro o del escritorio; hacerlo desde el amor. ¿Qué huellas en el camino permiten pensar que se cumplen esas
exigencias? Una sociedad sin miedos: a los hijos, a la inmigración, a la difusión de la tecnología, a la paz.  Una sociedad en que todas las semillas reciben el riego del amor.



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